El Futuro Del Gran Cañón del Colorado

Se ha demostrado que el potencial de negocios dentro del Gran Cañón es muy atractivo para inversionistas, por lo que muchas empresas buscan la manera de aprovechar la inmensa afluencia turística que existe. Se debe encontrar un balance, pues saturar a una de las bellezas naturales con tiendas y restaurantes puede no ser la mejor idea.

El proyecto Escalade por ejemplo , en 2016 proponía construirse en el Gran Cañón, un desarrollo que comenzaría con una inversión de $65 millones en el risco este, en las fronteras del parque nacional. La controversia surgió pues la construcción se planeaba erguir en la confluencia del Colorado y el pequeño Colorado, un lugar sagrado para los Navajo, los Hopi, Paiute, Zuni y otras tribus. El impacto ambiental podría ser significativo también. El resort generaría 3,500 empleos e ingresos para los Navajo, el proyecto se estima costaría $500 millones de dólares y facilitaría dentro del Gran Cañón del Colorado las excursiones.

Los Navajo le tienen tal respeto al lugar, que ni los niños tiran piedras, para no enfadar a los espíritus, no bajan a “curiosear” eso está prohibido, si bajan es para orar- dicen sus ancianos.

Delores Wilson luchó contra la construcción del lugar y repetía las palabras del expresidente Teddy Roosevelt cuando declaró al Gran Cañón un monumento nacional en 1908 –“Déjenlo como está, no pueden mejorarlo. Los eones han trabajado en él y el hombre sólo puede estropearlo”. Palabras sabias que hicieron eco en la comunidad y medios de comunicación.

El proyecto incluía camino, hoteles, góndolas de pasajeros que cargarían más de 10,000 personas al día a la confluencia del río; restaurantes, tiendas y otras atracciones también estaban planeadas. “No estamos en contra del desarrollo económico, pero por favor, no hagan eso en nuestros lugares sagrados” decían los indios.

Otro proyecto es en la comunidad de Tusayan, en el que se desean construir hoteles, restaurantes, centros comerciales y un pabellón de entretenimiento basado en temas nativo americanos. Todo ello requerirá agua y los desarrolladores planean llevarla en tuberías y bombear pozos, lo que afectaría el delicado balance ecológico. Los pozos y la sobre explotación secarían los acuíferos y aunque representan menos del .01% del área de la superficie, son pequeños oasis que tienen una compleja vida vegetal y animal, los biólogos temen que pueda afectar la versatilidad de la vida en el Cañón.

Como en muchas partes del mundo, la contaminación es un problema mayor que debe tomarse en cuenta, aunque se ha buscado mantener al Gran Cañón prístino y puro, poco a poco su entorno se ve amenazado más, grupos que se oponen a que se mine uranio en el parque nacional argumentan los efectos que una fuga tendría en el entorno.

El cambio climático también afecta a todos los habitantes del Gran Cañón. El Condor Californiano se diezma con mayores temperaturas, como también le sucede a las ovejas de cuernos largos. El aumento de temperatura afecta indirectamente al oso Grizzly y muestra el delicado balance que existe en la naturaleza. El oso depende de las semillas de pino de corteza blanca, pero estos árboles han ido desapareciendo a un ritmo alarmante debido a un escarabajo que se multiplica por el aumento de las temperaturas.

El Gran Cañón se ha salvado de varios proyectos que hubiesen afectado significativamente el lugar, desde un empresario que planeaba construir vías de ferrocarril a un costado del río Colorado, hasta proyectos de minas de guano.

Mantener la sustentabilidad es un reto que se presenta diariamente. Alimentar a 2,000,000 de personas cada año sin afectar considerablemente el ecosistema es un reto importante, continuar con ese ritmo es algo que se requiere estudiar para mantener un buen funcionamiento del parque sin que ello signifique destruir el actual ecosistema.

Las nuevas generaciones están acostumbradas por ejemplo, a tener conexión a internet ininterrumpida y veloz, para ellos es natural que haya internet en los lugares que visitan, por lo que muchos se asombran al visitar el Gran Cañón y darse cuenta que no hay señal de internet. Será interesante ver cómo se adecúan las nuevas generaciones respetando la áreas naturales y buscando la manera de mantener la vida a la que están acostumbrados, por lo que o veremos grandes torres llevando señal a recónditos parajes; en el Gran Cañón del Colorado excursiones enteras recibiendo señal aún en los sitios más inaccesibles o veremos una generación absteniéndose del uso de la tecnología en ciertos momentos de sus vidas.

Es por ello que se han organizado diversas personas para formar organismos que protejan el futuro del Gran Cañón. De los principales temas de lucha son la prohibición de minas de uranio, no solo dentro del parque, pero fuera también. Diversas minas de uranio amenazan con contaminar de manera permanente uno de los lugares más bellos de la tierra. Buscan recabar firmas para las peticiones generen conciencia y evitan la explotación de dichas minas. Ojos de agua dentro del parque, que se alimentan de vertientes que cruzan por estas minas contaminantes quedan afectadas irremisiblemente. Se ha pedido que al menos por 20 años se prohíba la explotación, hasta que se comprenda a fondo los riesgos y consecuencias del funcionamiento de estas minas y cómo impactan en el ambiente.

Igualmente, hay grupos que luchan contra los proyectos que amenazan con quebrantar el ecosistema del Gran Cañón, como el proyecto Escalade, que aunque quedó anulado, hay quienes siguen insistiendo en activarlo nuevamente, con 420 acres en el plan de desarrollo, existen muchos intereses vivos.

Los Navajo propusieron un turismo más ecológico, que permita que su economía se fortalezca, sin tener que sacrificar sus tierras sagradas. Creando “bed & Breakfast” sensibles al ambiente proponen crear empleos y respetar al mismo tiempo el medio ambiente.

El futuro, como siempre, depende de la actitud que hoy tomemos, de las acciones que ejecutemos para las generaciones venideras permitan en el Gran Cañon del Colorado excursiones que empaten con el medio ambiente, sin violentar ni afectar el entorno que por unos momentos se está visitando.